Además del mundo exterior con el que interactuamos en nuestras vidas, el ser humano también tiene un mundo interior. El mundo interior es la dimensión interior del hombre. Esta dimensión interior es la verdadera naturaleza del ser humano. La verdadera naturaleza es pura, natural y pacífica sin ninguna impureza. Todos comenzamos con esta naturaleza pura en nuestra infancia y vivimos en ella por un tiempo. Por eso nos referimos a que los niños son inocentes. Esta inocencia tiene un significado más profundo que el sin pecado. Lo que observamos en ellos es su naturaleza pura o su mundo interior que interactúa con el mundo exterior.
El ego, por otro lado, es uno estrato o estratos que gradualmente forman y cubren este ser puro o la verdadera naturaleza y nos desconecta de nuestra dimensión interna. Estos estratos comienzan a formarse después de la infancia y continúan formándose y haciéndose más gruesas durante el resto de nuestras vidas. Por supuesto, el grosor de los estratos depende del entorno y la sociedad en que nos criamos. Ninguna de las emociones negativas y el mal comportamiento de los humanos tienen nada que ver con la verdadera naturaleza del hombre. Una mente inconsciente y sus pensamientos inconscientes a veces alimentan al ego y el resultado de esta cooperación son las emociones negativas y el sentimiento y el sufrimiento a nivel individual y colectivo. Pero hay algunos componentes que hacen estos estratos de ego. Algunas de estos estratos mentales son las siguientes:
Sufriendo acumulado: Esta es una vida de experiencias emocionales acumuladas, y los amargos hieren la psique humana y permanecen con la persona en forma de heridas emocionales. El sufrimiento acumulado suele estar oculto, pero se manifiesta cuando se encuentra con una situación externa, y al igual que una herida física, cuando se expone al exterior.
Las realidades e ilusiones (como la ilusión del tiempo): el tiempo es una ilusión. Hay un solo momento presente que es siempre verdadero y eterno. El pasado y el futuro son dos dimensiones ilusorias del tiempo que no solo no son accesibles, sino que también la identificación psicológica con ellos y la morada mental en el pasado y el futuro reducen la calidad de vida humana. El pensamiento compulsivo y excesivo siempre tienen que ver con los acontecimientos del pasado o del futuro. Lo que sale de los pensamientos incontrolados son siempre emociones negativas, y lo que sigue a las emociones negativas puede ser un comportamiento o acciones inconscientes.
Adquisiciones ambientales y sociales: las normas, las tradiciones y las reglas sociales que “se deben y no se deben hacer” en el medio ambiente y la sociedad configuran la personalidad humana. Los humanos piensan, se comportan y actúan en función de su personalidad. Ninguno de estos resultados se inicia desde la dimensión interna del hombre, sino por lo que puede denominarse máscara de personalidad. De hecho, un sinónimo de la palabra “Persona” en latín es “máscara”.
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